El trabajo a turnos obliga al organismo a mantenerse activo en momentos en los que necesita descanso, y a descansar en momentos en los que la mayoría de las personas están activas.
Este es uno de los motivos por el que las personas que cambian continuamente su jornada, por ejemplo, de diurna a nocturna, pueden padecer trastornos e incluso enfermedades al intentar adaptarse a los continuos cambios.
Sigue leyendo y conoce la repercusión de la turnicidad laboral en tu salud, así como las medidas que evitarán que sufras los efectos negativos de trabajar con turnos rotativos.
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Efectos de la privación del sueño
La mayoría de los problemas de salud que aquejan a las personas que trabajan a turnos se asocian a la calidad del sueño, que se ve dificultada por factores como la luz natural y el mayor nivel de ruidos que existe durante el día. Además, algunos de los trabajadores interrumpen su descanso para comer en familia o realizar labores domésticas.
Todos estos factores provocan que, al cabo de numerosas jornadas consecutivas de trabajo nocturno, se produzca un déficit acumulado de sueño que tiene repercusiones tanto en la productividad, como en la vida social y en un posible aumento de siniestralidad.
Además, generalmente contar con un horario de nocturnidad suele repercutir en la salud del trabajador, apareciendo trastornos gastrointestinales, cardiovasculares o incluso neurológicos, pudiendo generar trastornos como ansiedad o estrés laboral.
Medidas preventivas
Por suerte, existen algunas medidas recomendadas para prevenir los efectos negativos del trabajo a turnos. Te mostramos una serie de medidas genéricas, algunas relacionadas con la conducción y otras con la higiene del sueño:
Medidas generales
Adaptables a cualquier tipo de trabajo a turnos y nocturno, estas medidas te permitirán adaptarte mejor a los cambios de horario:
- Repartir la carga entre los distintos turnos, evitando una carga de trabajo elevada en el turno de noche.
- Ofrecer la opción de turnos fijos o turnos rotatorios.
- Dejar dos noches de sueño completo cuando se cambia al turno de mañana tras el turno de noche.
- Construir un régimen regular de fines de semana libres en el calendario de turnos.
- Conocer con suficiente antelación el calendario de trabajo.
- Evitar turnos dobles.
- Establecer pausas para la ingestión de comida caliente.
- Facilitar la posibilidad de flexibilizar los turnos y los cambios con otros compañeros.
- Establecer entre los trabajadores un límite de edad inferior y superior para realizar turnos.
Medidas con respecto a la conducción
Conducir hacia y desde el trabajo puede ser arriesgado tras una larga jornada, un turno de noche o antes de iniciar un turno de mañana muy temprano. Por ello, recomendamos adoptar las siguientes medidas:
- Considerar el uso de transporte público en lugar de conducir.
- Si el desplazamiento es muy largo, realizar un breve ejercicio de estiramiento antes del viaje.
- Compartir la conducción en desplazamientos largos, si es posible.
- No correr, el exceso de velocidad causa accidentes.
- Parar si se siente sueño y dar una cabezada corta si es lugar seguro.
- Hacer uso ocasional de cafeína o bebidas energéticas.
Higiene del sueño
Un individuo sano suele dormir entre cinco y ocho horas diarias y para favorecer una correcta higiene del sueño recomendamos:
- Tratar de ir a la cama en diferentes momentos como, por ejemplo, después de llegar de vuelta del trabajo o reposar y dormir antes del próximo turno.
- Dormir un poco antes de ir a trabajar el primer día del turno de noche.
- Una vez identificado al horario de sueño adecuado, tratar de mantenerlo.
- Apagar aparatos electrónicos y bloquear cualquier ruido.
- Mantener la habitación lo más oscura posible procurando una temperatura confortable.
- Usar ropa de cama cómoda.
La turnicidad afecta a la conciliación familiar y al tiempo empleado en las diferentes tareas, además de las diferentes consecuencias en la salud de los trabajadores y en sus jornadas laborales.
En MAS Prevención contamos con una amplia trayectoria en técnicas de prevención de riesgos laborales. Llevamos a cabo evaluaciones de riesgos laborales con objeto de determinar los riesgos existentes tanto a nivel general, como en cada uno de los puestos de trabajo, además de indicar las medidas preventivas que serán necesarias para evitar cualquier tipo de daño para la salud de los trabajadores en el desarrollo de sus actividades.