¿Sabías que puedes estar expuesto al gas radón sin darte cuenta dentro de tu lugar de trabajo? Este gas radioactivo natural, incoloro e inodoro, puede acumularse en interiores y representar un riesgo importante para la salud, especialmente en espacios mal ventilados o situados en plantas bajas.
Aunque a menudo se pasa por alto, medir el nivel de gas radón en interiores es una acción clave para garantizar un entorno laboral seguro y cumplir con la normativa vigente.
En este artículo te explicamos por qué es fundamental medir el radón en tu empresa, dónde hacerlo, cómo realizar las mediciones correctamente y qué valores se consideran seguros según la legislación española.
Tabla de contenidos
Radón en interiores: ¿por qué medirlo?
El gas radón puede estar presente en cualquier espacio cerrado, pero su concentración depende de múltiples factores como el tipo de suelo, el aislamiento de la edificación y la ventilación. Esto significa que, incluso en edificios contiguos o similares, los niveles de exposición al radón pueden variar significativamente.
Por este motivo, es fundamental realizar mediciones representativas que reflejen con precisión la situación de cada espacio interior. Para lograrlo, se debe determinar un número adecuado de detectores, en función del tipo de edificio, su localización, uso, distribución interior y actividad laboral. Todo ello conforme a los criterios establecidos por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en la Instrucción IS-47.
Además, el CSN mantiene un listado actualizado de términos municipales prioritarios, donde se prevé una mayor probabilidad de superar el nivel de referencia legal de 300 Bq/m³. En estas zonas, el riesgo de exposición elevada es mayor, por lo que se recomienda actuar con especial precaución.
¿Cómo se puede medir el nivel de radón en un lugar de trabajo?
Hay diferentes tipos de dispositivos de medición, pero el considerado más apropiado para realizar los estudios de radón en ambientes interiores son los detectores de trazas.
Estos detectores son un tipo de medidor pasivo que se deja en exposición durante un período largo de 3 meses, y permiten determinar la concentración promedio de radón a partir de su análisis posterior en laboratorio acreditado, basado en los impactos producidos por las partículas alfa en una película detectora incluida en su interior.
¿Cuándo hacer la medición?
Los niveles de radón en interiores son variables. Su mayor o menor emanación desde el suelo depende de factores ambientales como la presión atmosférica, la temperatura o la pluviometría, lo que genera diferencias en los resultados diarios (día y noche) y estacionales (verano e invierno).
Existen dos estrategias recomendadas para obtener una estimación del promedio anual de concentración de gas radón:
Asumiendo una estimación conservadora en un único periodo mínimo de tres meses comprendido entre el 1 de octubre y el 31 de mayo.
O bien, cubriendo un año natural completo, en periodos de duración máxima trimestral.
¿Por qué es importante actuar?
El valor de referencia en España es de 300 Bq/m³ como promedio anual. Si se superan estos niveles, deben adoptarse medidas correctivas.
Sin embargo, no existe un nivel completamente seguro de exposición. Cualquier concentración de radón puede provocar alteraciones en el ADN y aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Por eso, la prevención es clave.
Desde MAS Prevención te acompañamos en todo el proceso: desde el diseño de una estrategia de medición representativa hasta la elaboración de informes técnicos fiables. Protege la salud de tu equipo y cumple con la normativa vigente.