El recargo de prestaciones es una sanción económica que se aplica a la empresa cuando un accidente de trabajo o una enfermedad profesional se produce por falta de medidas de seguridad. Esta obligación consiste en incrementar entre un 30% y un 50% las prestaciones económicas que recibe la persona trabajadora por incapacidad o fallecimiento, y debe ser abonada íntegramente por la empresa.
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¿Qué es el recargo de prestaciones?
El recargo de prestaciones es una medida de carácter sancionador y reparador recogida en la legislación laboral española. No es una multa, es un incremento económico que debe asumir el empresario/a cuando se demuestra que el accidente o la enfermedad de la persona empleada se produjo por incumplir las normas de prevención de riesgos laborales.
Este recargo no puede ser asegurado ni derivado a mutuas o aseguradoras, la empresa debe responder directamente.
¿Hasta cuándo se paga el recargo de prestaciones?
El recargo se paga mientras dure la prestación económica de la persona trabajadora o sus beneficiarios. Esto significa que:
- Si la persona empleada recibe una incapacidad temporal, la empresa abonará el recargo durante todo el tiempo que dure dicha prestación.
- Si se reconoce una incapacidad permanente (parcial, total, absoluta o gran invalidez), el recargo se pagará de forma vitalicia, mientras la persona empleada siga percibiendo su pensión.
- En caso de fallecimiento, los beneficiarios (cónyuge, hijos u otros familiares con derecho) seguirán recibiendo el recargo junto con la prestación de viudedad u orfandad durante el tiempo que dure la misma.
En resumen, el recargo no tiene un límite temporal fijo, depende de la duración de la prestación reconocida.
¿Por qué es tan importante prevenir el recargo de prestaciones?
El impacto del recargo de prestaciones en una empresa puede ser muy elevado, ya que hablamos de pagos continuados que pueden extenderse durante años o incluso toda la vida laboral o familiar del afectado.
Además, este tipo de sanción afecta directamente a la imagen de la empresa, incrementa los costes y puede derivar en responsabilidades adicionales en materia de seguridad laboral.
Cómo evitar el recargo de prestaciones
La mejor forma de evitar este tipo de sanciones es aplicar una prevención de riesgos laborales eficaz y constante:
- Implantar planes de prevención adaptados a la actividad.
- Formar e informar a la persona trabajadora en materia de seguridad.
- Realizar evaluaciones de riesgos periódicamente.
- Proporcionar equipos de protección individual (EPIs) adecuados.
- Mantener un seguimiento y control del cumplimiento normativo.
Desde MAS Prevención recomendamos invertir en prevención de riesgos laborales para proteger la salud de las personas empleadas y evitar sanciones económicas graves.