El ritmo de trabajo actual, marcado por largas horas frente al ordenador o tareas repetitivas, puede generar cansancio físico, estrés y una disminución de la productividad. Una de las prácticas más recomendadas en prevención de riesgos laborales son las pausas activas, pequeñas rutinas de movimiento que ayudan a mejorar la salud y el rendimiento en la jornada laboral.
A continuación, te contamos qué son, por qué son tan importantes y cómo incorporarlas de forma sencilla en tu día a día.
Tabla de contenidos
¿Qué son las pausas activas?
Las pausas activas son breves descansos con ejercicios físicos y de estiramiento realizados durante la jornada laboral. No se trata simplemente de dejar de trabajar, sino de realizar movimientos diseñados para relajar músculos, activar la circulación y reducir la fatiga mental.
Su duración suele ser de 5 a 10 minutos cada 2 o 3 horas de trabajo continuo, lo que las convierte en una herramienta fácil de implementar en cualquier empresa.
Beneficios de las pausas activas en el trabajo
Las pausas activas tienen distintos beneficios:
Reducción del estrés laboral
Al interrumpir la rutina con ejercicios suaves, el cuerpo libera tensiones acumuladas ayudando a disminuir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.
Prevención de problemas musculoesqueléticos
Sentarse durante muchas horas o mantener posturas forzadas provoca molestias en la espalda, cuello y hombros. Las pausas activas ayudan a prevenir lesiones laborales comunes como contracturas o lumbalgias.
Mejora la concentración y productividad
Unos minutos de movimiento reactivan la circulación y el oxígeno en el cerebro, lo que mejora la atención, la memoria y el rendimiento laboral.
Fomento del clima laboral positivo
Cuando las pausas activas se realizan en grupo, refuerzan la cohesión del equipo y generan un ambiente de trabajo más saludable y motivador.
Ejemplos de pausas activas que puedes aplicar en tu empresa
- Estiramientos del cuello y hombros: giros suaves y elevación de hombros para liberar tensión.
- Movilidad de muñecas y brazos: ideal para trabajos de oficina.
- Estiramiento de espalda baja: inclinarse suavemente hacia delante sentado o de pie.
- Caminar brevemente: recorrer unos pasos dentro de la oficina o en un pasillo.
- Ejercicios de respiración profunda: inhalar y exhalar conscientemente para reducir la ansiedad.
Desde MAS Prevención recomendamos las pausas activas en el trabajo ya que son una herramienta sencilla y muy efectiva para mejorar la salud física y mental de las personas empleadas. Reducen el estrés, previenen lesiones y aumentan la productividad, beneficiando tanto a empleados como a empresas.