Formación: los establecimientos que se preocupan por las personas con alergias alimentarias se aseguran de que todos sus empleados -incluyendo camareros, personal de cocina y responsables- cuenten con una formación específica, que les permita hacer las preguntas adecuadas a sus clientes y evitar la contaminación cruzada, impidiendo que la comida de una persona alérgica entre en contacto con los ingredientes que no puede tomar.
Asesoramiento y apoyo para el diseño e implantación del PLAN DE GESTIÓN Y CONTROL DE ALÉRGENOS como herramienta para integrar el control de los alérgenos en el sistema general de gestión del establecimiento. Los establecimientos adecuados para las personas con alergias alimentarias conocen cada uno de los ingredientes de sus platos y los enuncian detalladamente en un listado. Además su personal es capaz de responder con precisión a las preguntas de las personas alérgicas.