El amianto o asbesto es un material compuesto por fibras minerales de origen natural. Las fibras de amianto son fuertes, duraderas, resistentes al ataque químico y resistentes al calor y al fuego.
Dichas cualidades le confieren al amianto excelentes propiedades aislantes, mecánicas y de resistencia al calor, que junto con el relativo bajo coste de este material explican las numerosas aplicaciones tanto en construcción como industriales y domésticas que se le dieron.
A pesar de su clasificación como agente químico cancerígeno y la prohibición en el año 2002 de la fabricación de productos que lo contengan, en la actualidad todavía hay instaladas grandes cantidades de amianto en: tejados, paredes, tuberías de gas y de agua, conducciones de aire, aislamiento de hornos, calderas y calefacciones, puertas y tabiques cortafuegos, pastillas y juntas de frenos y embragues de todo tipo de vehículos, etc.
Documento que define, básicamente:
El Plan de Trabajo con Amianto debe prever que el amianto sea eliminado antes de aplicar las técnicas de demolición y que una vez terminadas las obras, se asegure que no existen riesgos debidos a la exposición al amianto en el lugar de trabajo.
A empresas constructoras que vayan a realizar trabajos de desmantelamiento, demolición, retirada, mantenimiento, reparación, tratamiento, etc. de estructuras con amianto.
Estás empresas deberán estar registradas en el RERA (Registro de Empresa con Riesgo de Amianto).